Cómo gestionar las emociones después del diagnóstico de VIH
Recibir un diagnóstico de VIH puede ser una experiencia profundamente impactante. No solo se trata de enfrentar una condición médica, sino también de navegar una montaña rusa emocional que incluye miedo, tristeza, enojo, culpa y muchas veces, aislamiento. En este blog te daremos algunas herramientas para comprender y manejar esas emociones, con base en investigaciones y recomendaciones de expertos en salud mental y VIH.
El impacto emocional del diagnóstico
Según un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires, las personas diagnosticadas con VIH experimentan una serie de reacciones emocionales intensas, entre ellas ansiedad, depresión y estrés postraumático. Estas respuestas son normales, y reconocerlas es el primer paso para gestionarlas.
La psicóloga Isabel Mikulic señala que: “el diagnóstico de VIH puede activar temores profundos relacionados con la muerte, el rechazo social y la pérdida de proyectos personales”, por eso es tan importante saber manejarlas, porque le permite al paciente tomar decisiones más racionales, mantener relaciones saludables, reducir el estrés y mejorar su salud mental y bienestar general. Un control emocional adecuado previene reacciones impulsivas que pueden dañar nuestras metas y vínculos, y fomenta la capacidad de adaptación y resiliencia.
¡Rompamos con el estigma!
El estigma sigue siendo uno de los mayores obstáculos para el bienestar emocional. El miedo al juicio social puede llevar a las personas a ocultar su diagnóstico, lo que incrementa el aislamiento y dificulta el acceso a redes de apoyo.
Educarse sobre el VIH, entender que es una condición tratable y que no define a la persona, es clave para romper el estigma interno y externo.
Estrategias para el manejo emocional
Expertos de la Universidad Católica de Cuenca recomiendan intervenciones psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, el acompañamiento grupal y el fortalecimiento de la resiliencia para mejorar la salud mental de personas con VIH.
Algunas estrategias útiles incluyen:
Buscar apoyo profesional: Psicólogos especializados en
VIH pueden ayudar a procesar el diagnóstico y desarrollar herramientas de afrontamiento.
Practicar el autocuidado: Actividades como la meditación, el ejercicio físico y la escritura emocional ayudan a canalizar el estrés.
Conectar con otros: Participar en grupos de apoyo permite compartir experiencias y sentirse comprendido.
Conclusión
El manejo emocional tras un diagnóstico de VIH requiere tiempo, apoyo y herramientas adecuadas. Con acompañamiento profesional y redes de contención, es posible transformar el miedo en fortaleza y construir una vida plena.
En SIES Salud contamos con el programa VIDA, que está conformado por un equipo
multidisciplinario de expertos (Médicos especialistas, psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales, químicos farmacéuticos, enfermeros, etc), enfocado en la atención integral de las personas que conviven con VIH, las comorbilidades asociadas, y el manejo emocional integral del usuario y sus familias.